En un gesto de admiración, ya sea de uno a otro o mutua, cientos de jugadores alrededor del mundo se intercambian la camiseta. Los clubes comenzaron a principios de siglo a vender camisetas distintas a las que llevan los jugadores sobre el césped. Aunque también es bastante habitual que la ropa, sobre todo en clubes con menos posibilidades económicas, pasen a llevarla las categorías inferiores, más en particular la ropa de entrenamiento, que suele encontrarse en buenas condiciones.