Cuando un equipo del F. C. Dínamo de Moscú hizo una gira por la Europa occidental en 1945, generó tantos comentarios por sus grandes pantalones como por la calidad de su juego. Finalmente se le permitió llevar una versión sin la marca Adidas. En 1974, Johan Cruyff rechazó vestir el uniforme de la selección neerlandesa porque la indumentaria de Adidas entraba en conflicto con su contrato con Puma.