El camino hacia la final no fue fácil, aunque el equipo superó con holgura la fase de grupos, liderando el suyo por delante de Werder Bremen, Udinese y Panathinaikos. La segunda vez que el Milan estuvo cerca del descenso fue en la temporada 1981-1982. En esta ocasión, el equipo lombardo quedó en el puesto 12 en la tabla de clasificación.